Existen muchas cosas que debemos conocer y enfrentar para poder alcanzar las metas que nos proponemos, y una de éstas es “El Peligro”.
Cuando usted escucha la palabra: "Peligro", inmediatamente la asocia con riesgo, inseguridad y otros pensamientos que le sugieren ponerse en alerta. La mayoría de las veces el peligro no es real, pero el temor que nos causa suponerlo, nos impide hacerle frente, y es ahí precisamente donde radica el verdadero peligro. Cuando usted dominado por el temor le da la espalda, es cuando más riesgo está corriendo.
Lo cotidiano de la vida lo demuestra con sencillos ejemplos: Cuando caminamos por una calle o carretera, donde se desplazan vehículos, la postura más segura que podemos asumir es la de caminar de frente al vehículo que se desplaza más cerca de nosotros; lo cual nos permitirá defendernos rápidamente ante cualquier descontrol del conductor u otros imprevistos que surjan, cosa muy difícil de hacer si el vehículo que nos pasa más cerca es el que viene a nuestra espalda.